Si estás de vacaciones en Menorca, tienes que visitar el encantador pueblo blanco de Binibeca. Esta es nuestra guía para planificar mejor tu visita.
Binibeca: un laberinto natural de callejuelas y casas blancas
Su arquitectura y la blancura inmaculada de sus fachadas recuerdan a los pueblos pesqueros de antaño y su sencillez y tranquilidad hacen que Binibeca sea uno de los pueblos más característicos de Menorca.
El encanto de este pequeño pueblo de pescadores reside en sus casas blancas y sus callejuelas intricadas, que harán que te sientas en un laberinto. Un destino turístico que no debes perderte si piensas pasar tus vacaciones en la isla. Veamos qué lo hace tan especial.

Los orígenes de Binibeca Vell: el pueblo blanco de Menorca
Caminando por las estrechas calles y los arcos encalados del centro de Binibeca Vell, se podría pensar que este pueblo existe desde hace muchos años, pero Binibeca, que también se conoce como el pueblo blanco de Menorca, es en realidad un complejo turístico de reciente creación.
Construido en la década de 1970 por el arquitecto español Antonio Sintes, este conjunto de 165 casas de sorprendente belleza (de las que a menudo se dice que parecen más griegas que menorquinas) fue el resultado de un sueño compartido: crear un espacio idílico que atrajera a bohemios e inspirara a intelectuales y artistas.
Un hermoso pueblo pesquero de callejuelas en cuesta, paredes blancas como la tiza y balcones de madera. Un sueño que acabó haciéndose realidad gracias a uno de los pintores más famosos de la zona, Francesc Poch Romeu, que se enamoró de Binibeca y pintó el pueblo blanco de Menorca en muchos de sus cuadros.
La primera casa del pueblo que se construyó fue la Casa Candi, mientras que las últimas casas se terminaron en la década de 1970., Los turistas encontrarán por todo Binibeca carteles que invitan a no hacer ruido y a disfrutar del pueblo con calma y tranquilidad, respetando a sus habitantes.

Una zona de excepcional belleza natural
Binibeca, pequeño y encantador pueblo situado en el municipio de Sant Lluís, se extiende 3 km a lo largo de la costa sureste de Menorca y abarca Binibeca Vell, o zona antigua, y la zona nueva de Binibeca Nou, una extensión natural con muchas de las casas y villas en armonía con el diseño original.
En el punto más oriental de Binibeca Vell, en Menorca, encontrarás también Cala Torret, una pequeña aldea que parece separada del pueblo, pero que en realidad forma parte de él. Aquí también se encuentra el centro de información turística de la zona, un gran supermercado y un parque infantil.
Con solo 165 casas, conectadas por una red laberíntica de callejuelas y pasadizos arqueados, no te llevará mucho tiempo explorar el pueblo. Quienes visitan Binibeca coinciden en que es un lugar fascinante. Una vez allí, disfrutarás dejándote perder en un laberinto de casas blancas con balcones de madera. ¡Te sentirás dentro de una postal!

Cómo llegar a Binibeca, Menorca
El pueblo está situado a 8 kilómetros de Mahón, en el sureste de la isla. Llegar a Binibeca es muy fácil: basta con tomar la carretera en dirección a Sant Lluís, girar en el cruce y seguir las indicaciones hacia Binibeca Vell.
Desde Ciutadella, hay que tomar la carretera en dirección a Mahón, tomar los desvíos hacia Sant Lluís y desde allí, seguir las indicaciones hacia Binibeca Vell.
Si llegas en coche, una opción recomendable para los que quieran visitar toda la isla, te recomiendo aparcar en la calle de Sàncora, que tiene un amplio aparcamiento y está a solo 5 minutos a pie del centro de Binibeca.
Qué ver y hacer en Binibeca

Si decides ir a Binibeca, no dejes de visitar la iglesia, la plaza mayor y el paseo marítimo: tres de sus principales atractivos, y también de los primeros que se construyeron.
Para terminar el día, ve al puerto, pequeño pero muy pintoresco. Aquí podrás observar los barcos amarrados mientras flotan en las aguas del Mediterráneo. También encontrarás varias tiendas de souvenirs en las que podrás curiosear antes de tomarte un merecido descanso en la terraza de uno de los muchos restaurantes y bares con vistas al mar de Binibeca.
Binibeca cuenta con una variedad bastante amplia de restaurantes como pizzerías, restaurantes de alta cocina, tabernas locales y fantásticos lugares para disfrutar de deliciosas tapas y pescado fresco, como el Club Náutico de Binibeca, situado justo al lado del puerto.
Para los que no pueden quedarse quietos ni siquiera en vacaciones, hay un centro de buceo en Cala Torret, Binibeca Diving, que ofrece alquiler de embarcaciones y kayaks, cursos de snorkel e inmersiones diarias en la Reserva Marina de la Isla del Aire y en las cuevas del Cap d’en Font.
Playas y calas: Torret, Binibeca y Punta Prima
Además de perderte por sus calles o subir a la cima y admirar los tejados blancos con el mar de Menorca como telón de fondo, también puedes parar en alguna de las playas o calas que rodean Binibeca Vell. Al fin y al cabo, estás en una isla, no puedes perderte un día de sol o un chapuzón en sus hermosas aguas…
1. Playa de Binibeca

La primera playa que hay que visitar es la Playa de Binibeca o, como muchos lugareños la llaman, Platja de Binibèquer. Se encuentra a 6 kilómetros de Sant Lluís y a 12 kilómetros de Mahón. Caracterizada por su arena dorada y sus aguas cristalinas, la playa está rodeada por un hermoso bosque de pinos.
Sus aguas de poca profundidad, protegidas por un promontorio, la hacen ideal para familias con niños pequeños y sus aguas cristalinas hacen que sea una parada obligatoria para los amantes del snorkel.
También hay una cabaña de pescadores de color rojo y blanco en la playa, perfecta para Instagram, llamada Los Bucaneros, que en la temporada de verano sirve pescado fresco y bebidas en un ambiente informal con vistas al mar.
Si no te apetece un almuerzo pesado, ve al aparcamiento, donde en temporada alta encontrarás Pizza Al Vuelo, un food truck de pizza dirigido por un italiano. El horario de apertura es de 11:00 a 22:00 y hay unas pocas mesas y sillas para los clientes.
2. Cala Torret
Por otro lado, tenemos Cala Torret, una cala tranquila perfecta para practicar deportes como el snorkel y el buceo. La cala cuenta con un par de chiringuitos frente al mar, así como con una zona de sombra con pinos donde resguardarse del sol y hacer un buen pícnic.
El embarcadero de Cala Torret alberga varias embarcaciones, algunas privadas y otras de alquiler. Una buena forma de explorar la zona es alquilar un kayak y hacer una excursión guiada. Las aguas turquesas y las vistas son realmente espectaculares.
3. Punta Prima

Por último, está Punta Prima, considerada una de las mejores playas de Menorca por sus aguas turquesas y cristalinas. Con una longitud de unos 200 metros y una anchura de 40 metros, equipada con tumbonas y sombrillas, esta encantadora playa tiene fondos arenosos y poco profundos, por lo que es perfecta para los niños. Además, está protegida de los vientos y corrientes característicos de la isla mediterránea.
Te aconsejo que vayas mañana primera hora: Punta Prima suele llenarse temprano, ya que es una playa grande y de fácil acceso.
Conclusión: por qué visitar Binibeca en Menorca
Es un lugar perfecto para familias, parejas y amigos: si buscas alejarte de todo y relajarte con una copa de vino mientras ves una hermosa puesta de sol, Binibeca es tu destino.

Aunque el pueblo es pequeño, tiene todo lo que se puede desear para unas vacaciones de ensueño: bares, restaurantes, tiendas y clubes de moda. También hay varios hoteles y casas de vacaciones en la zona donde puedes alojarte.
No faltan las actividades, como el snorkel y el kayak, y para los niños pequeños está Splash Sur Menorca, un parque acuático con muchas atracciones.
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