Es icónico, el emblema de la ciudad. Probablemente hayas reservado tu viaje a Bilbao pensando en visitar el Guggenheim, un destino imprescindible para amantes del arte moderno. Y es que el turismo de nuestra ciudad ha crecido de manera exponencial desde finales de los 90, cuando el museo decidió abrir sus puertas.
Y oye, no es para menos.
Ya solo el edificio, lo mires desde la perspectiva desde donde lo mires, es espectacular, te deja boquiabierto. Un gran barco de titanio, según Frank Gehry, su arquitecto, como identidad de Bilbao: destacando su importancia industrial con el hierro y su pasado en la fabricación de barcos. Un símbolo, este nuestro Guggenheim, de la reconversión industrial, el orgullo de la ciudad.
Y es que si tratas con algún bilbaíno, hay tres cosas sagradas con las que es mejor no hacer bromas: la amatxu de Begoña, el Athletic de Bilbao, y el Guggenheim.

TODO LO QUE EL MUSEO GUGGENHEIM ESCONDE
Obras al aire libre
Alrededor y aún sin entrar dentro del museo puedes disfrutar de las emblemáticas obras que rodean el Guggenheim.
Puedes saludar a Puppy, el cachorro floreado de White Terrier de Jeff Koons que te da la bienvenida en la entrada o admirar a Mamá, la araña guardiana gigante (nada menos que diez metros!) de Louise Bourgeois que protege el museo por el otro lado.
Una colección permanente espectacular
Si el continente levanta pasiones, el contenido del Guggenheim no se queda atrás: la colección propia del museo ya es razón más que suficiente para visitarlo. Entre conocidas piezas como las ciento cincuenta Marilyn Monroe multicolores de Andy Warhol y los cuadros con el icónico azul intenso de Yves Klein encontrarás otras que te sorprenderán como La Materia del Tiempo de Richard Serra.
La materia del tiempo es una instalación formada por diferentes torsiones de acero, que formando un recorrido casi en forma de laberinto al que el autor te invita a entrar y salir, te lleva a descubrir formas, colores, sonidos y matices. Recorrerla es una de las actividades imprescindibles si visitas Bilbao.

Personalmente, si tuviera que quedarme con una sola pieza del museo elegiría sin duda la de los Girasoles de Anselm Kiefer. Las flores de este cuadro parecen gigantes, ya no solo por el tamaño de la obra sino por la perspectiva: tienen unas dimensiones gigantescas que contrastan con el cuerpo sin vida que parece descansar en la tierra. También es muy significativo el color, la ausencia de luz hace que el cuadro sea más íntimo y te haga reflexionar sobre la vulnerabilidad del hombre inerte.

Aunque claro está, lo que nos evoca cada obra es muy personal y puede estar alejado de lo que el artista quería plasmar, esto es lo verdaderamente interesante. Así que lo mejor será que te acerques al museo, te dejes llevar y vivas la experiencia por ti mismo.
Un calendario completísimo de exposiciones temporales
Si quieres estar a la última y conocer las exposiciones que se están llevando a cabo actualmente, lo mejor siempre es mirar su página web. La programación es muy dinámica y suele cambiar a menudo, seguro que vayas cuando vayas hay algo interesante.
Otras maneras de disfrutar del museo
Cuando las medidas lo permitían se celebraba un evento llamado Art After Dark. Un viernes al mes el museo abría sus puertas de 22.00 a 01.00 y se diseñaba un programa nocturno de arte y música donde poder admirar las exposiciones mientras de fondo sonaban las canciones de los mejores DJ nacionales.
En su agenda también cuentan con cursos para adultos de iniciación al arte contemporáneo, talleres para niños con experiencias creativas, charlas, visitas guiadas y demás eventos que te permitirán no solo conocer el museo a fondo sino verlo desde otra perspectiva.
Puedes adquirir tus entradas online al museo a través de este enlace para que así no tengas que esperar colas para disfrutar del Guggenheim.
DESCUBRE LA MEJOR GASTRONOMÍA CERCA DEL GUGGENHEIM
Para disfrutar al 100% de la experiencia del museo, se recomiendan un mínimo de 3-4 horas. Es muy probable que este tiempo te coincida con alguna de las comidas del día, así que aquí van mis propuestas para un buen homenaje.
Desayuno en Sua San

Si lo que quieres es cargar pilas antes de adentrarte en el museo te sugiero un buen brunch a escasos metros de la entrada del Guggenheim. En el Sua San se pueden tomar unos de los mejores huevos benedictinos de la ciudad, en su versión clásica sobre english muffin o en propuestas más modernas como con bagel, aguacate y salmón. Abren todos los días y sirven el brunch desde las 10.30.
Un aperitivo en Crazy Horse
Si has madrugado para ir a primera hora al museo y sales hacia la hora del aperitivo mi recomendación es que cruces la ría por el puente de Deusto y te acerques al Crazy Horse, que justo abre a las 12.00. Es sin duda la terraza con las mejores vistas al museo Guggenheim y te podrás tomar una de sus cervezas, tienen una variedad muy amplia, mientras disfrutas de la perspectiva más fotogénica de la ciudad.
Comida en La Despensa del Etxanobe
La Despensa del Etxanobe es la propuesta más informal de Fernando Canales, cocinero con una estrella michelín, en el centro de Bilbao. Puede que hayas venido a Bilbao por el turismo cultural pero oye, déjate agasajar también por el gastronómico. En este sofisticado restaurante guisan platos clásicos de la cocina vasca con un toque de vanguardia y originalidad y podrás probar las recetas más icónicas de Canales, como su ya famosa lasaña fría de anchoas. Puedes elegir entre varios menús degustación diferentes dependiendo del presupuesto.
Una copa en el Sixty One Lobby Bar
Si lo que te apetece es una copa de vino o algún cocotal en un sitio elegante, el bar del hotel Domine es la elección definitiva para ti. Una selección de bebidas muy cuidada, un trato exquisito y la mejor comodidad tras una jornada intensa en el museo. El sitio ideal para comentar tu visita y compartir las obras que más te han llamado la atención.
Cena en Odoloste

Finalmente, si has dejado la visita del museo para la tarde y has salido casi para la hora de cenar te recomiendo encarecidamente pasarte por el restaurante Odoloste. Odoloste, que significa morcilla en euskera, es un sitio especializado en cerdo. Un lujo de menú degustación a precio muy competitivo donde poder degustar platos super sabrosos como unos talo-tacos de carrillera, hongos y papada ibérica a la carbonara o unas croquetas de talos con txistorra. Para terminar, y refrescar, no te olvides de pedir el helado de limón y albahaca con pesto dulce.
Si con las sugerencias gastronómicas se te ha abierto el apetito, aquí te esperamos con los brazos abiertos. Nuestra ciudad es cultura, gastronomía espectacular, buenas vistas, gente maja y mucho verde, una de las escapadas más completas de este 2021.
Por si no fuera poco, desde Volotea han hecho esta playlist de Spotify tan chula para que te la pongas mientras planeas la aventura, estás de roadtrip por nuestra ciudad o editando las fotos que has sacado durante la escapada. Porque viajar es una experiencia completa que se disfruta antes, durante, y después.
¿Y tú, has tenido ya la ocasión de visitar el museo Guggenheim? ¡Mira vuelos a Bilbao con Volotea y aterriza en la ciudad de los pintxos!