Burdeos es conocido por los vinos que llevan su nombre. Esta actividad ha condicionado la economía de la ciudad desde hace siglos. Pero el vino era un tema de profesionales discretos: de viticultores, confinados en sus palacetes, y de negociantes y corredores, ocultos en sus despachos del barrio de Chartrons.
Pero las cosas han cambiado. La viticultura se esfuerza por darse a conocer y es, sin duda, necesario porque con sus 38 denominaciones de origen, vinos ensamblados de distintas variedades y clasificaciones por descifrar, hay que tener algunas llaves para adentrarse en el placer de la cata.
Para familiarizarse con los vinos, en primer lugar están los grandes clásicos con un enfoque pedagógico: la Escuela del Vino del Consejo interprofesional del vino de Burdeos (CIVB), que organiza talleres para descubrir el vino, gourmet o de exploración; la Ciudad del Vino, con talleres multisensoriales, vinos y quesos del mundo o vinos y chocolates del mundo; y el Museo del Vino y del Negocio con sus visitas. suivies de dégustations.
Gracias a sus fórmulas para descubrir el vino, los bares de vinos son lugares de paso obligado. La ruta Urban Wine Trail, organizada por la Oficina de Turismo de Burdeos y otros profesionales, agrupa una veintena de bares de vinos y ayuda a cambiar el enfoque. Destacan algunas iniciativas específicas. El Tutiac Wine Bar es un bar de vinos abierto por viticultores, miembros de la cooperativa de Tutiac; los 3 Pinardiers proponen un centenar de vinos por copas. En los 4 coins du Vin se puede elegir entre 32 referencias por copas en la cantidad deseada (3 cl, 6 cl, 12 cl) o 200 botellas con una tarjeta magnética que se compra al llegar. El Bar à vin du CIVB, decorado con vidrieras diseñadas por René Buthaud, renueva todo los meses su oferta exclusiva de Burdeos —porque la tierra manda—, que se sirve por copas de la mano de los sumillers.
Para una cata itinerante de cuatro copas durante tres horas en el corazón de Burdeos, el Bacchus Wine Tour es la solución más indicada. Los aprendices de mago disfrutarán iniciándose en las maravillas del ensamblaje de variedades y elaborando su propia botella en función de sus gustos con B Winemaker. También puede escogerse el taller en el castillo Pape Clément que se encuentra en el área metropolitana de Burdeos.
Y luego están los eventos festivos como Bordeaux Fête le Vin, un acontecimiento bienal que tendrá lugar del 18 al 21 de junio de 2020 en la orilla del Garona con una muestra de más de 1200 viticultores. El «Pass dégustation» es la llave para participar en las celebraciones. Blaye au Comptoir, en su decimocuarta edición del 6 al 7 de febrero, reúne a una cincuentena de establecimientos —bares, bodegas y restaurantes— y a otros tantos viticultores que ofrecen una copa, y más si se tercia, a un precio reducido para explicar las características de los vinos de Blaye. El Cadillac Tour, que en 2019 sirvió 3500 copas con el mismo espíritu que Blaye, volverá el 15 de octubre de 2020 y recorrerá Burdeos en un magnífico Cadillac antiguo. Porque fue Antoine Lamothe de Cadillac quien fundó la ciudad de Detroit. En su honor, General Motors bautizó sus coches con su nombre e instaló la estatua de este ilustre gentilhombre frente a sus oficinas.