Naturaleza, arquitectura contemporánea y una rica vida cultural se unen en Montpellier al saber vivir típico del Mediterráneo y, por supuesto, del Sur de Francia: el sol, el mar, la buena comida, el vino autóctono… En la urbe, muévete con los nuevos tranvías decorados por el diseñador de moda Christian Lacroix, paséate por sus callejuelas medievales llenas de tiendas curiosas, bombardea tus pupilas y tu paladar de placer en el colorido mercado de Arceaux y haz una parada en uno de los muchos restaurantes gourmet. Si te apetece escapar del asfalto, a pocos kilómetros encontrarás playas, viñedos y reservas naturales donde evadirte y practicar mil y un deportes de aventura.