Lárnaca, situada en la costa sureste de Chipre, es la tercera ciudad de la isla por población. Destino turístico muy popular, la encantadora Lárnaca es una buena opción para quienes deseen explorar esta parte de Chipre y combinar los placeres de unas vacaciones en la playa con la visita a las atracciones culturales locales. El ambiente aquí es relajado y la playa está muy cerca de lugares de interés, lo que permite descubrir lo mejor de Lárnaca fácilmente.
La tarjeta de visita de Lárnaca es su paseo marítimo rodeado de palmeras, llamado Finikoudes, donde lugareños y turistas acuden a relajarse en la playa, pasear al atardecer y probar la gastronomía local en uno de los muchos restaurantes y cafés. En verano la ciudad es frenética, pero basta con dar unos pasos hacia el centro para respirar más tranquilidad. El antiguo barrio turco de Skala te transportará a cómo era Chipre antiguamente, y aunque esta zona puede parecer bastante deteriorada, las antiguas casas blancas están por fin empezando a restaurarse y las callejuelas secundarias albergan interesantes tiendas de cerámica.
El monumento más conocido de Lárnaca es la iglesia de Agios Lazaros, San Lázaro, construida en el lugar donde se dice que fue enterrado San Lázaro a su muerte. Data del siglo IX y está excelentemente conservada tanto por dentro como por fuera.
También merece la pena visitar la mezquita de Djami Kebir, la primera mezquita otomana construida en Chipre, y el castillo de Lárnaca, una fortaleza junto al mar que defendió la ciudad durante siglos y que hoy alberga el Museo Medieval y ofrece espléndidas vistas de la costa.
Si nos alejamos del centro de Lárnaca, en dirección al aeropuerto, se puede visitar la impresionante mezquita de Hala Sultan Tekke, que alberga un mausoleo, un minarete y un cementerio. Al oeste de la ciudad se encuentra el acueducto de Kamares, construido por los otomanos en 1747 y que conserva intactos 33 arcos. Un espectáculo realmente imprescindible.