Dresde, capital de Sajonia, fue, como muchas ciudades alemanas, reconstruida tras la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, esto no resta encanto a su centro histórico, el Altstadt, que ofrece a los turistas edificios y vistas increíbles, perfectos para ser fotografiados.
El río Elba separa el casco antiguo del moderno, con sus cervecerías y su animada oferta gastronómica y artística. Te recomendamos que explores también los alrededores de Dresde, ya que encontrarás preciosos parques naturales y extensiones de viñedos no muy lejos del centro de la ciudad.
Una de las principales atracciones de Dresde es la Frauenkirche (Iglesia de Nuestra Señora), una iglesia luterana del siglo XVIII destruida por los bombardeos de 1945 y reconstruida por completo en la década de 1980. El resultado de la restauración es impresionante: este magnífico edificio barroco ha recuperado su esplendor original.
También de estilo barroco es el Zwinger, un complejo arquitectónico formado por un palacio con jardines que hoy alberga varios museos importantes. El castillo de Dresde, construido con diferentes estilos arquitectónicos, alberga también varios museos.
En la ciudad moderna, te recomendamos un paseo por el barrio estudiantil de Kunsthofpassage; aquí encontrarás el popular Funnel Wall, un edificio cuya fachada está cubierta de canalones que tocan una curiosa melodía los días de lluvia.
Las vistas más hermosas de la ciudad se pueden admirar desde la Terraza de Brühl, también conocida como «el balcón de Europa», una terraza de estilo renacentista rodeada de un relajante jardín con fantásticas vistas al río Elba.
Por último, si visitas Dresde durante el periodo navideño, no te pierdas su famoso mercado de Navidad, el Striezelmarkt, considerado por muchos el más antiguo del país.
