La Navidad es una de las épocas más mágicas y entrañables… ese momento del año en que las ciudades se inundan de adornos y cada calle resplandece con luces de colores.
Alguer es una ciudad que nunca se detiene. De hecho, es uno de los pocos lugares en Cerdeña que goza de una gran popularidad en esta época del año porque permite disfrutar, incluso en invierno, de unas vacaciones inolvidables.
A pesar de estar en Navidad, Cerdeña es la tierra del sol, así que no esperes nieve o un frío polar. Con un poco de suerte, te despertarás cada mañana con una temperatura agradable y cielos azules sin una sola nube en el horizonte.
Durante todo el mes de diciembre, se celebran espectáculos, exposiciones y conciertos. Podrás encontrar el calendario completo de actividades pulsando aquí. Huelga decir que existen multitud de mercadillos navideños que le confieren una atmósfera todavía más divertida y festiva.
A trece kilómetros de Alguer se sitúa Olmedo, una pequeña localidad de la provincia de Sassari donde, cada año, se expone un belén confeccionado con pan. Este espectáculo único, obra de artesanos locales, está compuesto por alrededor de 160 personajes, a los que cada año se unen otros nuevos. En la iglesia de Nostra Signora di Talia se puede admirar el «Pesebre de pan».
Otro evento ineludible si visitas Cerdeña a finales de año es el Otoño en Barbagia.
Se trata de uno de los acontecimientos más importantes de la isla y todos los sardos esperan ansiosos su llegada. Se celebra en el corazón de Cerdeña, en la provincia de Nuoro, a unos 90/120 minutos en coche desde Alguer, si bien la conducción hasta allí bien merece la pena.
Este evento se celebra de septiembre a diciembre. Cada fin de semana, las calles de una ciudad de la provincia de Nuoro se transforman en un torbellino de trajes, gastronomía, bailes típicos sardos y cantu a tenòre (cantos típicos de Cerdeña). La cultura, la gastronomía y el entretenimiento ocupan un lugar destacado en este acontecimiento de ocio que sirve de diversión a familias y a amigos, y que causa fascinación entre los turistas.
A pesar de que Cerdeña se considera, principalmente, un destino vacacional veraniego, también ofrece paisajes salvajes y una historia muy antigua. Al visitarla en temporada baja (como, por ejemplo, en Navidad), los turistas pueden adentrarse más en una cultura y una historia sin parangón en el mundo.