Con una reputación mundial de fiesta ininterrumpida, Mykonos es un destino conocido entre chicos y chicas elegantes que alternan entre sus hermosas playas y sus locales hasta el amanecer.
Puede que vayas a Mykonos para salir de fiesta y acudir a sus discotecas, pero no te sorprendas si acabas hechizado por la impresionante belleza de sus paisajes áridos, sus cielos azules y sus estructuras blancas cubistas presentes por doquier en el campo.
La belleza natural de Mykonos y su cultura van mucho más allá de las noches en la ciudad bailando al ritmo de DJ de renombre internacional.
Si quieres adentrarte en el alma de la isla explorando su historia, su gente, su gastronomía y relacionándote con los lugareños, sigue leyendo.
La piedra erosionada por el viento, los afilados acantilados y la tierra árida de color pardo de Mykonos cohabitan con el agua azul más clara que encontrarás en todo el archipiélago de las Cícladas.
Si decides convertirte en un explorador en lugar de un simple turista, sus vientos del norte durante el verano te refrescarán en los días más calurosos, mientras el sol bronceará tu piel durante las aventuras que te aguardan.
Mykonos tiene una historia que se remonta a tres milenios y un rico patrimonio marítimo. La vecina isla de Delos, hoy patrimonio mundial de la UNESCO, fue en su día el puerto más activo del Mediterráneo. A la mayoría de lugareños solo les separa una generación de los oficios de la pesca y la agricultura que han definido el legado de esta isla desde la antigüedad hasta la actualidad. Y, aunque muchos de los contemporáneos de Mykonos tienen negocios de hostelería y restauración, cuando termina la temporada de verano y llega el invierno, la mayoría se dedica a la pesca o a las labores agrícolas.
A continuación te presentamos diez lugares en los que podrás profundizar el contacto con el auténtico Mykonos que existe en paralelo a los lugares de lujo de la isla orientados al glamour. ¿Y lo mejor de todo? No tendrás que hacer ninguna reserva.
10 lugares fuera del circuito turístico que no te puedes perder en Mykonos
1. Baboulas Ouzeri
Al entrar en Chora desde el puerto viejo, es imposible no ver el caique de madera roja con detalles azules y amarillos, con sus aparejos para izar las velas. Bienvenidos a Mykonos, y bienvenidos a Baboulas Ouzeri. El caique, al igual que el propietario del establecimiento, procede de Mykonos y tiene unos 75 años. Desde que abrió sus puertas en los años 90, Baboulas se ha especializado en marisco y pescado. El árbol genealógico de este establecimiento cuenta con una larga historia de pescadores y capitanes entre sus ramas. Allí se empeñan en decirte que no son gourmet, pero la comida es auténtica y deliciosa. El ouzeri también ofrece una maravillosa vista de la ciudad de Mykonos, sobre todo cuando se pone el sol, y es un lugar bien protegido cuando empieza a soplar el meltemi de la isla, el viento del norte en verano. ¡Tienes que probar el risotto de marisco!
2. Cine Manto Mykonos
Uno de los jardines secretos mejor conservados de la isla, Cine Manto es un oasis de comida, frescura y ocio. Este cine al aire libre está en el centro de la ciudad de la isla y proyecta todos los últimos estrenos de Hollywood. El jardín también cuenta con un restaurante con especialidades a la parrilla. Y la mascota de la isla, el pelícano Petros, es un cliente habitual.
3. Delo
Esta isla sagrada de la antigüedad, impregnada de divinidad arcaica y mitos griegos, se encuentra a seis millas náuticas al suroeste de Mykonos. La isla volvió a cobrar vida y a salir a la luz en 1873, cuando comenzaron las excavaciones dirigidas por la Escuela Arqueológica Francesa de Atenas. La isla alberga restos de galerías, mercados, un centro de peregrinación y templos dedicados a Apolo y Artemisa. La comunidad local se remonta al siglo III a.C. El viaje en barco a Delos desde el muelle de la ciudad de Mykonos, justo enfrente del ayuntamiento, dura unos 40 minutos y sale a las 9:00 y a las 10:00 de la mañana todos los días, con un viaje de vuelta a las 13:30. Ponte un sombrero, llévate agua en una mochila ligera, y deja que la luz de Apolo te llene de energía en cuanto desembarques en el muelle de la isla.
4. Museo del FolClore dE Mykonos
Esta casa de un antiguo capitán alberga utensilios de la vida cotidiana encontrados en los hogares de Mykonos a lo largo de los siglos. En seis salas principales se exponen colecciones de muebles antiguos, símbolos bizantinos, cerámica popular y antigüedades tanto decorativas como históricas. Si tienes suerte, Dimitra Nazou, una voluntaria que es el alma del museo, estará de guardia para guiarte a través de las historias de la vida de Mykonos en los últimos siglos.
5. Faro dE Armenistis
El faro de Armenistis se construyó en 1891, tras el naufragio del barco de vapor británico Volta en 1887, cuya tripulación de 11 miembros se ahogó en la salvaje costa norte de Mykonos. El faro ya no cuenta con personal, y desde el atardecer hasta el amanecer emite automáticamente un haz de luz cada 30 segundos. El faro no pertenece al municipio, sino al Ministerio de Marina.
6. Mykonos Farmers
Giorgos Syrianos es un quesero de tercera generación de Mykonos. Además de una serie de productos de queso autóctono elaborados in situ, podrás aprender a hacer tu propio queso. Mykonos Farmers ofrece talleres y visitas.
7. Ano Mera
La tranquila aldea de Ano Mera, situada justo en el centro de la isla, es el único “pueblo” real de Mykonos. Tiene unos 1500 habitantes y alberga el monasterio de Tourliani. Se encuentra justo al lado de la plaza del pueblo, que está rodeada de tabernas tradicionales frente a su entrada centenaria. Dos monjes de Paros construyeron la iglesia original, dedicada a la Asunción de la Virgen María, en 1542.
8. Rizes
La granja de Rizes es un viaje a las raíces de Mykonos… ¡literalmente! (rizes quiere decir “raíces” en español). Situada en el corazón del interior de la isla, que también se conoce como Maou, el intrépido explorador puede vislumbrar una granja decorada de forma tradicional, con exuberantes jardines y ganado, y hacer un viaje a los orígenes y el patrimonio de Mykonos. Tanto si se trata de una comida como de una cena, la familia Xidakis ofrece un verdadero servicio “de la granja a la mesa”. Además de degustar la cocina de Mykonos, hay burros a los que se puede dar de comer, caballos en los que se puede montar y una pequeña capilla donde se puede meditar o encender una vela.
9. Playa de Fokos y Fokos Taverna
Este paseo de media hora por un terreno accidentado, que atraviesa terrenos de espadañas y un paisaje casi marciano, te llevará por el camino de uno de los embalses de Mykonos, que conduce a la playa nororiental de Fokos y su taberna tradicional, regentada por la familia Taboulchanas. Solo un aviso: esta remota playa no tiene tumbonas ni sombrillas. Abre el apetito con un largo baño o una caminata por las rocas y regálate un almuerzo en la taberna. Encontrarás ensaladas únicas y deliciosas, carnes y mariscos a la parrilla y un ambiente acogedor y rústico. Y no te olvides de probar uno de los deliciosos postres, que se elaboran a diario.
10. Yummy Pedals
Si quieres moverte por la isla y conocer algunas de sus carreteras secundarias sin dejar una huella de carbono, Yummy Pedals te brindará tanto una bicicleta como un gran entrenamiento, además de unas vistas maravillosas. Situado en el complejo Vioma Vineyard and Farm de Maou, Yummy Pedals te llevará a playas vírgenes y te hará partícipe del patrimonio cultural de la isla mediante visitas a pequeñas capillas y lugares emblemáticos.
Ahora ya tienes todo lo que necesitas (en teoría, al menos) para un viaje increíble y fuera de lo común en Mykonos!
