Después de experimentar la riqueza de productos que nos han traído la primavera y el verano, es posible que el otoño no te parezca gran cosa desde un punto de vista gastronómico; pero no te dejes desanimar por las temperaturas que bajan y las lluvias que vuelven: esta temporada es la ocasión ideal para probar productos protagonistas de una gastronomía variada, perfectos para abrir el estómago cuando empieza a refrescar.

En Cantabria, un destino imperdible que destaca no solo por sus espectaculares paisajes sino también por su deliciosa cocina típica, la gastronomía otoñal es especialmente rica. Hoy queremos acompañarte a descubrir los platos cántabros que no te puedes perder en esta época del año, un momento excelente para disfrutar plenamente del encanto de un territorio único.
Productos típicos de un menú cántabro de otoño
Entre paseos por fabulosos montes y bosques, contemplando los colores cambiantes de la naturaleza, excursiones a las cuevas, escapadas por la costa y visitas culturales, un viaje en otoño en Cantabria ofrece múltiples posibilidades. Hacer turismo activo en Cantabria siempre tiene recompensa para el estómago; los platos otoñales que te proponemos, elaborados con productos típicos locales de altísima calidad, son ideales para recuperar energías después de un tonificante paseo al aire libre. ¿Listo para saborear el otoño en Cantabria? Aquí van algunos productos estrella de la cocina cántabra de otoño.
Anchoas de Santoña

Las anchoas de Santoña, un pequeño pueblo pesquero situado a unos 50 kilómetros de Santander, están consideradas como las más prestigiosas y sabrosas que puedas encontrar en el mercado. Aquí, muchas empresas familiares se dedican en cuerpo y alma a la elaboración artesanal de filetes de anchoas del Cantábrico de la mejor calidad, un producto tan extraordinario que no hace falta mucho para degustarlo: abre la lata o el bote, coloca las anchoas en un plato con aceite y listo! Si te apetece algo más elaborado, pruébalas con una tostada con queso suave y mermelada de tomate: el mix de salado de la anchoa y dulce de la mermelada de tomate crea un mix perfecto!
Legumbres
Las legumbres ocupan sin duda un papel de honor en la gastronomía otoñal. Dentro de esta familia de alimentos encontramos un tesoro gastronómico poco conocido del Cantábrico: el carico, una alubia roja típica del territorio montañés. Se trata de una variedad muy apreciada por su escasa producción y por su extraordinaria calidad. Prueba los caricos con chorizo y morcilla y ya tendrás tu plato estrella del otoño.
Entre las legumbres típicas de Cantabria no podemos no mencionar las alubias, con las que se elabora el cocido montañés, uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía cántabra. Los ingredientes principales de este cocido, que se sirven todos juntos, son alubias, berza, morcilla, chorizo, panceta y pimentón. Una receta sabrosa y contundente, ideal para el clima de montaña.

Quesada
Después de probar las anchoas y el cocido, esperamos que te haya quedado un pequeño hueco para un postre que merece mucho la pena. Para acabar nuestro menú típico otoñal, te proponemos una buenísima quesada.

La quesada es un postre típico de los Valles Pasiegos de Cantabria, una especie de pudín que se elabora con leche cuajada, mantequilla, harina de trigo, huevo, azúcar, limón rallado y canela en polvo. Un postre sencillo pero muy sabroso, con un alto valor nutritivo, perfecto para acabar una comida o cena de otoño, tal vez delante de una chimenea encendida.
Y para alargar la sobremesa con familia o amigos junto a la chimenea, nada mejor que un buen orujo lebaniego o un té del puerto, una infusión caliente típica de la comarca de Liébana, preparada con una planta con poder tónico y digestivo que crece en alta montaña.
¿Qué te han parecido nuestras sugerencias? Si se te ha abierto el estómago, te proponemos que planifiques cuanto antes una escapada otoñal a Cantabria, para disfrutar de sus espectaculares paisajes y gastronomía!