¿Te gustaría venir un fin de semana a Niza y quieres saber desde ya cuál podría ser tu programa de visitas ideal? Sigue esta guía…
Descubrimientos arquitectónicos y culturales en paseos dulces y tranquilos, museos en palacios antiguos… ¡ven a descubrir el art de vivre de Niza!
1 – Recorrer el famoso Paseo de los Ingleses
Desde el 27 de julio de 2021, Niza está clasificada como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en calidad de «Ciudad de vacaciones de invierno de la Costa Azul». El Paseo de los Ingleses es la punta de lanza de esta clasificación.
Es la imagen de postal de la ciudad, la que te ha hecho elegir Niza sobre cualquier otro destino: ¡el Paseo de los Ingleses! Conocida en todo el mundo, esta larga avenida se extiende por el litoral mediterráneo a lo largo de 7 kilómetros.
Únete a los paseantes, a los ciclistas, a los runners o incluso a los bañistas que disfrutan, desde primera hora del día, de la intensa luz y de los colores tan particulares de Niza, y sobre todo de la impresionante gama de azules que nos ofrecen el cielo y el mar, ¡pero también de las míticas sillas azules! La Prom’, como lo llaman los lugareños, también es famosa por sus numerosas palmeras y sus resplandecientes hoteles y palacios, como el legendario Négresco y el Palais de la Méditerranée.
Sigue el paseo hasta el reloj solar de Rauba Capeu, al pie de la Colina del Castillo. No te olvides de hacerte un selfie delante del monumental hashtag #ILoveNice, un lugar muy fotografiado por los instagrammers.
2 – Perderse plácidamente por las callejuelas de Vieux-Nice
A solo unos metros del mar, el casco antiguo (Vieux-Nice) es el barrio auténtico e histórico de Niza. Es el alma de la ciudad. El que vive tanto de día como de noche y concentra lo esencial de los encantos de la capital de la Costa Azul: pequeños restaurantes locales, mercados llenos de aromas, boutiques artesanales, fachadas de colores, placitas y terrazas soleadas, edificios religiosos o privados de gran belleza… Piérdete por las estrechas callejuelas y explora a tu ritmo este barrio tan vivo y lleno de encanto.
El mercado de Cours Saleya abre todos los días, salvo los lunes. Clasificado como mercado excepcional de Francia, es un placer puro para los sentidos. Podrás comprar frutas y verduras de temporada, así como especias, aceitunas negras y flores de producción local. Los lunes, el mercado deja su lugar a los puestos de segunda mano.
3 – Degustar las especialidades de la cocina de Niza
Para que el viaje sea todo un éxito, es necesario descubrir la gastronomía local.
Valorada y protegida con la etiqueta «Cuisine Nissarde, le respect de la tradition», la cocina de Niza sigue formando parte del patrimonio cultural inmaterial francés y es objeto de una solicitud de inscripción en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. Toda la diversidad de la cocina local se puede saborear en un pequeño bistrot, una mesa grande o en una terraza, acompañada de las vistas del puerto, el Vieux-Nice o la bahía de los Ángeles.
También te tentarán las tiendas de especialidades para llevar y comer sobre la marcha, como la socca (una torta de harina de garbanzo que se come recién horneada), la pissaladière (una especie de torta de cebolla frita en aceite de oliva), las deliciosas verduras rellenas o el pan bagnat (un generoso sándwich que hace las delicias de los lugareños).
Las bodegas de las colinas de Niza producen también excelentes vinos tintos, blancos y rosados. En 2021, la denominación de origen «Vins de Bellet» celebra su 80 aniversario.
4 – Regalarse unas vistas increíbles
¡Para disfrutar de las mejores vistas de Niza hay que ascender a las alturas!
Sube la Colina del Castillo (el castillo no existe en la actualidad). En lo alto, al lado de una magnífica y maravillosa cascada, podrás disfrutar de las vistas del casco antiguo de Niza y apreciar la panorámica que lleva hasta el aeropuerto de Niza-Costa Azul e incluso más allá. Después, al bajar, desde el otro lado, podrás disfrutar de las vistas del puerto y el dique del faro. ¡Unas vistas de ensueño!
La Tour Saint- François es el nuevo lugar de moda que te dejará boquiabierto. Construida en el siglo XIII, la torre domina el casco antiguo a 42 metros de altura y ofrece un panorama absolutamente mágico, de 360° sobre Niza y la región. Puedes visitarla los sábados y domingos de 9:30 a 13:00 y de 14:00 a 16:30. Hazte a la idea de subir 288 escalones en forma de caracol (¡obligatorio llevar zapato plano!). Pero el espectáculo allí arriba hace que valga totalmente la pena.
5 – Oxigenar el alma en el Paseo Paillon
El Paseo Paillon es una larga avenida verde de 12 hectáreas. Ofrece a los habitantes y a los paseantes un agradable paseo en pleno centro. Esencias mediterráneas, pero también exóticas, te embarcarán en un viaje por todo el mundo. Olivos, viñas, claveles, algarrobos, granados, higueras, alcanforeros, bambús gigantes, palmeras fénix, helechos enormes… Con los años, la naturaleza ha ganado terreno al asfalto.
6 – Maravillarse en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo
¡Sumérgete en el arte desde la década de 1950 hasta nuestros días! El Museo de Arte Moderno y Contemporáneo (MAMAC), creado a principios de la década de 1990, se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Niza.
Situado en la prolongación del Paseo Paillon, el museo destaca desde el exterior por su singular arquitectura: cuatro torres cuadradas y de grandes dimensiones, de 30 metros de altura, unidas entre sí por pasarelas de cristal. En su interior, presenta una colección permanente de 1300 obras, especialmente de la Escuela de Niza, movimiento artístico que se desarrolló en Niza a finales de la década de 1950 y que reúne a artistas de renombre internacional en la actualidad: Ben, Niki de Saint-Phalle, Klein, Arman, Warhol, Christo… Las azoteas son accesibles al público y ofrecen una vista panorámica de la ciudad y del paisaje circundante.
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